Original, muy original
Te transporta a la Provenza, al Chianti, a los valles de California en un abrir y cerrar de ojos, pero no entre las viñas sino en los pequeños lugares íntimos y románticos que sólo los que conocen esas zonas pueden recordar.
El alma de este portavelas de botella bordelesa tiene dos matices inmediatamente perceptibles: extremadamente terroso por un lado y extremadamente poético por el otro... ¿cómo hacerlo? ¡así! Pruébalos en las mesas de tu local y en un instante ¡será mágico!
Recuerda
Por la noche, cuando el restaurante acaba de abrir y no hay clientes, si tiene velas encendidas da una sensación de bienvenida, de puerta abierta. Los primeros clientes se sentirán más tentados a entrar, venciendo esa resistencia que todos tenemos a entrar en un local que aún está vacío. Sobre todo los extranjeros, que saben que sus horarios de comida son diferentes a los nuestros, pueden tener miedo de llegar pronto a las horas de apertura y, mientras no les digan "todavía estamos cerrados", evitarán entrar en un restaurante que no esté claramente abierto. Un restaurante con velas encendidas, en cambio, está claramente abierto y con sus llamas dice: ¡entra! eres bienvenido.
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