Gracias a la cultura japonesa, incluso los italianos nos hemos contagiado del deseo de llenar nuestras bebidas con hielo tallado directamente de un gran bloque.
¿Por qué? En primer lugar porque es más cristalino, en segundo lugar porque da la posibilidad de modelarlo a voluntad, desatando la imaginación de los barman de todo el mundo, y después porque al hacer grandes trozos de hielo, éste se derretirá más lentamente, tanto si se coloca en el vaso como en la coctelera, evitando así aguar el propio cóctel.
Pero, ¿cómo romper un trozo tan grande y macizo? Talla el bloque con una sierra y luego ayúdate con un martillo. Una vez que haya conseguido piezas más pequeñas, elija este rompehielos de tres puntas que le ayudará hábilmente a darle la forma más adecuada.
Redonda, cuadrada o con dibujos, sea cual sea la forma que le des a tu trozo de hielo, requiere práctica y tenacidad, lo que te ayudará a mejorar tanto el aspecto como la calidad de la bebida.
Cada una de las 3 púas mide 4 cm de largo y también le ayudarán a hacer excelentes y refrescantes rejillas y granizados artesanales.
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